José Saramago nos presenta a un Caín que viaja hacia delante y hacia atrás en el tiempo y el espacio, con lo que puede presenciar los episodios más conocidos del Antiguo Testamento. Caín discute con Dios, lo que permite a Saramago reflexionar sobre el Dios de Israel y su relación con el hombre. Aspectos religiosos que a muchos nos han dado que pensar y en algún momento nos inquietaron, son abordados por Saramago con agudeza, sencillez, claridad y sentido del humor.

Al leer el relato he sentido como si Saramago razonara y se expresara en la forma en que lo habría hecho yo de haber tenido la facilidad para ello.
En conclusión, me ha parecido una obra divertida que acierta a profundizar, siguiendo un camino accesible a muchos lectores, en cuestiones como el libre albedrío, la omnipotencia de Dios …

Para leer esta obra se requiere una cierta madurez, por lo que podría ser adecuada para los alumnos de 2º de Bachillerato.

Vicente Marcos ( Profesor de Tecnología)