El protagonista (del que no conocemos el nombre) abandona el manicomio en el que ha estado años encerrado, y gracias a su cuñado, comienza a ejercer de peluquero en uno de los barrios más pobres de Barcelona. Su vida humilde transcurre normalmente hasta que un día, una joven llamada Ivet Pardalot llega a su peluquería y le pide que trabaje para ella en el robo de unos documentos en la empresa de su padre. Él finalmente accede ya que tendrá una importante recompensa, pero el robo acaba con el asesinato de Pardalot, padre de Ivet. Nuestro protagonista se ve envuelto en la investigación del asesinato y tomando parte en situaciones peligrosas a la vez que divertidas.

Es un libro muy divertido en el que el protagonista vive situaciones ridículas y disparatadas, relatadas por el autor con tanta normalidad que hace que sigas leyendo sin darle mayor importancia, pero cuando te das cuenta es cuando realmente te ríes con el libro.

El ritmo narrativo es rápido y hace que te intereses por el relato para saber qué va a ocurrir a continuación en la resolución del asesinato, aunque realmente el lector no sabe todo lo que va descubriendo el protagonista, sino que se entera al mismo tiempo que los demás personajes: cuando lo desvela todo al final del libro.

Recomiendo el libro a cualquier alumno del instituto ya que es muy divertido, ameno y fácil de leer.


Sara Pareja 2º bachillerato

1 comentarios:

María López Roles dijo...

Yo no comparto esa perspectiva de la obra, ya que para mi es una de las mejores que he leido.
Puede que en "El tocador de señoras" de Eduardo Mendoza no narre una fantastica historia, pero consigue que el lector se adentre tanto en el mundo y circunstancias del protagonista que por muy disparatadas que puedan parecer, el lector las acepta como normales.
Otro de los factores que enriquecen la novela, es que por mucho tiempo que transcurra desde que una persona lee el libro, siempre tiene en la memoria cada una de las aventuras vividas por el protagonista. Por eso, es una obra de gran talento.

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